La depilación con azúcar

También llamada “sugaring��?, la depilación con azúcar suele ser un método frecuente en paises de Asia y Europa Oriental. Generalmente se usa como técnica casera; sin embargo, en la actualidad ya existe la posibilidad de que sea realizada en salones de belleza, o bien, comprar productos comercializados que nos permita realizarla nosotros mismos. Por ejemplo, la pasta de azúcar se puede adquirir ya preparada, aunque hay quien recomienda que es más eficaz cuando se prepara en casa. En Egipto se ha utilizado desde tiempos inmemoriales y hay mucha gente que la prefiere incluso hoy en día por su carácter de exfoliante natural.
La depilación con azúcar solo utiliza tres ingredientes naturales y fáciles de conseguir: azúcar, limón y agua. La receta para la versión egipcia sería la siguiente:
-Una taza de azúcar.
-Un limón. El jugo debe cubrir por completo el azúcar. Caso de que no sea así debemos añadir un poco de agua para compensar.
En una sartén se coloca el azúcar y el jugo de limón. Se pone la cocina a fuego lento y se remueve constantemente hasta que el azúcar quede disuelto completamente en un estado de bola suave, como suele llamarse en los ambientes de repostería. En ese momento se aparta la sartén del fuego. Se coloca un poco de la mezcla en una cuchara y se mete en agua fría. Si adquiere la forma de una bola suave es que está lista para su uso.
Esperamos a que se enfríe y quede una pasta gelatinosa. A continuación ya puede aplicarse sin problemas, procediendo en primer lugar a una limpieza de la piel. Más tarde, aplicamos la pasta tibia para que se pegue en la piel pero que no nos resulte difícil desprenderla más tarde. Con un dedo se coge un poco de la mezcla y se va extendiendo poco a poco por toda la zona a depilar, siempre siguiendo la dirección del crecimiento del pelo. Una vez hecho ésto, se deberá desprender la pasta en sentido contrario a la dirección del pelo. Puede que la operación haya que repetirla varias veces hasta que no quede ningún vello, siempre observando que la piel no se irrite demasiado. Una vez concluida la depilación es conveniente tomar un baño para eliminar cualquier resto que haya quedado y abandonar la sensación de enmielado que suele dejarnos.