Comer compulsivamente, o en otras palabras tener una adicción a la comida, es considerada desde ahora como una enfermedad mental. Y más aún se encontrará incluida en el libro “Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders” (Manual diagnóstico y estadístico de los desórdenes mentales). Así, si usted tiende a comer compulsivamente es posible que presente una enfermedad mental.
Desordenes en la alimentación
Es muy probable que el termino “enfermedad mental” lo atemorice un poco – ¿A quién no? Sin embargo es importante ser conscientes sobre los desordenes en la alimentación para poder llevar una vida sana. Nuestro cuerpo es una máquina viviente que necesita recibir vía alimentación de todo lo necesario para realizar sus funciones vitales, además del oxígeno que respiramos y de la reacción química que se produce al exponernos a los rayos solares. Sin embargo, cuando se come por otras razones que no son las de cubrir las necesidades de nuestro organismo se considera que algo no anda bien en nuestro ser.
Problemas mayores de acuerdo al metabolismo
Muchas personas pueden comer compulsivamente pero su propio metabolismo le permite asimilar lo necesario y eliminar el resto. Así vemos al flaco o a la flaca que comen, en el amplio sentido de la palabra, y aún así se mantienen en su peso normal. Sin embargo existen de aquellos que retienen más de los que necesitamos, es decir presentan un metabolismo lento. En estos últimos, comer compulsivamente, ahora además se ser considerado una enfermedad mental, se convierte en un problema grave y un motivo más para mantener dicha condición mental.
Ventajas en seguridad médica
Que comer compulsivamente sea ahora considerado como una enfermedad mental repercutirá poco a poco en la legislación laboral respecto a los beneficios en salud social. Así en países como los EE. UU., quienes sean diagnosticados con esta patología médica podrán solicitar un reembolso en el seguro médico.
Muy al margen de la noticia, como prevención, debemos evitar comer compulsivamente educando a nuestro organismo tanto en la cantidad y tipos de alimentos a ingerir como en saber qué ofrecerle en situaciones difíciles como la depresión y ansiedad.
Foto: peru21.pe
Estoy de acuerdo con el artículo, pero también en estados de mucho nerviosismo o ansiedad, yo como compulsivamente, pero en cuanto me relajo dejo de hacerlo. Lo malo es cuando no te das cuenta y lo haces siempre.