Querer ver más allá de lo que nuestros ojos alcanzan a ver fue una inquietud que por distintas razones siempre motivó a algunos emprendedores de Europa. En Portugal a lo largo de su historia, un puñado de hombres hizo lo propio. En honor a ellos usted no debe perderse de ver en sus vacaciones por Lisboa al Monumento a los Descubrimientos.
Representación memorable
En la freguesia de Santa María de Belém y a orillas de la desembocadura del Río Tajo se encuentra el Monumento a los Descubrimientos. Un gran monumento que representa una carabela en la se encuentran distribuidos en ambos lados a 32 personalidades profundamente ligadas a los descubrimientos portugueses. Y delante de todos ellos se encuentra en la proa al gran Enrique el Navegante, la gloria de los descubrimientos portugueses.
Visita al Monumento
El costo de la Entrada resulta simbólica, pero tenga cuidado con los lunes ya que está abierto de martes a domingos. En su interior se encuentran dos salas de exposiciones, una en cada piso. Tiene un mirador, sala de servicios educativos, zona de snack y ocio. Las visitas en el interior son guiadas.
En la explanada se encuentra una gran rosa de los vientos que fue donada por la República de Sudáfrica. Elaborada con mármoles de varios tipos. Tiene un diámetro de 50 metros y en su centro se puede admirar un planisferio de 14 metros en la que están grabadas las principales rutas de los descubrimientos portugueses.
Muchos países heredaron más que el idioma con estos descubrimientos. Usted al visitar Lisboa en sus próximas vacaciones puede rendir tributo a este hecho con solo visitar el Monumento a los Descubrimientos.
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