Evitar la vida sedentaria y pasear todos los días al menos 45 minutos es un buen sistema para prevenir las varices, además de ser muy positivo para al buen funcionamiento del corazón.
Sentarnos con las piernas en alto y colocar bajo el colchón, a la altura de los tobillos, un cojín. Hará que durmamos con los pies un poco más altos, ayudando así a la circulación de retorno.
Si falla todo ésto, debemos recurrir a un especialista que nos indique los caminos a seguir. Uno de los tratamientos más nuevos es la terapia con esclerosantes en microespuma. Esta técnica se realiza sin necesidad de anestesia ni reposo. La experiencia demuestra que la media de los pacientes llegaron a curarse del todo en cuestión de poco tiempo. Con este tratamiento el paciente puede hacer vida normal, no tiene que dejar de trabajar y se logra disminuir mucho el dolor. El procedimiento consiste en una inyección de un esclerosante en la varices producidas por la hipertensión venosa. Una vez introducido este agente líquido esclerosante transformado en espuma, no se mezcla con la sangre, sino que la va desplazando y se va poniendo en contacto con la pared de la vena, de forma que la presión desaparece por su efecto detergente.
Este tratamiento ha logrado tratar venas de gran calibre, ya que no tiene limitación de tamaño, pues también sirve para las arañas y las úlceras. Esto es debido a la transformación de este agente de forma líquida a gaseosa.
Aún sigue utilizándose el tratamiento clásico a base reposo, compresión y vendaje de la extremidad afectada con apósitos medicinales para la cicatrización en caso de varices ulcerosas.
Las clásicas intervenciones quirúrgicas son necesarias a veces para solucionar el problema de las varices cuando se trata de casos graves.
Se está imponiendo la cirugía láser, aunque solo se utiliza para casos muy precisos, ya que no sirve para las varices basculares o pequeñas varices.
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