Cada destino que visitemos tiene su propio encanto ya sea que este tome forma de monumento o resto arqueológico, en su gastronomía, costumbres de vida o en un baile o danza. Este es el caso del Perú. Una de sus danzas emblemáticas es la Danza de Tijeras donde se mezcla el misterio, el culto religión y la protesta hacia el invasor en las épocas coloniales.
Sobreviviente danza cultural
Esta danza ha sobrevivido durante los siglos posteriores a la conquista española del Perú pese a las persecuciones de sus primeros practicantes y su incorporación posterior en los actos religiosos patronales. Sus orígenes encuentran lugar en los departamentos de Huancavelica, Apurímac y Ayacucho, zonas andinas del Perú. Sus practicantes han ido adoptando en su vestuario influencias españolas y contemporáneas como los calzados que utilizan. Sin embargo mantienen su esencia ancestral que ha sido reconocido incluso por la Unesco nombrándolo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Presenciando la danza de tijeras
Desde los ojos de cualquier observador la danza de tijeras se aprecia de la siguiente manera: Esta interpretada por uno, dos o varios danzantes llamados generalmente dansak los cuales portan una vestimenta muy llamativa en colores y adornos, del cual sobresale el sombrero usado por algunos que pesa entre 5 y 6 kg, sin contar el peso de la vestimenta y de las tijeras. Las tijeras en realidad son dos piezas separadas de metal que son golpeadas armoniosamente al ritmo de la música de acompañamiento. El danzante de tijeras expresa sus dotes de habilidad en los distintos pasos y saltos muchas veces acrobáticos que logran impresionar a quienes lo presencian.
La Danza de Tijeras, ya sea una danza ritual, de homenaje a los dioses o una expresión simplemente cultural es una atracción que encanta a la vista y usted no puede perderse en sus viajes por los pueblos del Perú.
Últimos comentarios