Los meses de verano son perfectos para explorar las atracciones húmedas y salvajes en Niágara Falls State Park, así como para disfrutar de las muchas actividades al aire libre en el noroeste de Nueva York. Los precios son más altos durante estos meses, pero es el momento ideal para visitar los acantilados del lago Ontario y de todo el canal de Erie.

De diciembre a abril, parece ser un lugar “fantasma”, sobre todo en pleno invierno (enero y febrero) que está casi vacío, pero siempre hay alguien que se quiere acercar por allí, ya que los bajos precios y las ofertas abundan. Incluso el flujo de agua está en su nivel más bajo, así que se empapará en una niebla y un frío constante que puede hacer de su viaje algo muy desagradable. Tenga en cuenta que mientras el parque está siempre abierto, muchas de sus más populares atracciones, como por ejemplo Maid of the Mist, están cerradas en esa época.

Básicamente, se puede decir que las Cataratas del Niágara tienen dos estaciones de preferencia: otoño y primavera. Pero todo lo que las convierte en una maravilla natural, hace que el público todavía las visite hasta comienzos de noviembre, siempre y cuando las temperaturas no sean extremadamente frías. La primavera empieza a mediados de marzo, y por lo general trae una lluvia de un par de semanas. Pero no se deje disuadir, ya que de todas formas se mojará bajo las cataratas. Sin embargo las tarifas de hotel son más bajas que en la temporada alta, pero aún más caras de las que puede encontrar en pleno invierno.