A la hora de realizar actividades y ejercicios físicos – deportivos, tanto para mantenernos en forma como para mejorar nuestro estado físico o competir, es muy importante que contemos con el apoyo y los consejos de especialistas, entre los que destacan los fisioterapeutas (del gimnasio, centro deportivo, entrenador personal, etc.), que desempeñan las labores propias de la fisiología del deporte desde una perspectiva profesional.
Las funciones principales de los fisioterapeutas a la hora de llevar el control del ejercicio físico son:
Examen físico: cuando llega el deportista por primera vez al club se le hace una revisión y lo primero que se observa son Los ojos ya que con problemas de visión tendrá problemas a la hora de competir. Los oídos por lo mismo que lo anterior si no escucha bien no sabrá dónde se encuentra el resto del equipo y como ha de actuar. La nariz si se tiene el tabique desviado se tendrán problemas en la respiración. La boca por el aspecto de la alimentación. La exploración cardiaca se realiza un electrocardiograma tanto en reposo como en esfuerzo. La valoración pulmonar se realiza por medio de las diferentes capacidades pulmonares del deportista. La piel que no existan verrugas, que no exista sudoración de la piel, etc. El sistema nervioso se exploran los reflejos habituales como el rotuliano, el aquileo, etc. Se tienen que observar los dedos si se tiene fuerza, suficiente pinza, prensión, si existe laxitud, etc. En cuanto a la rodilla es importante fijarse en los isquiotibiales y aductores ya que el 75-80% de las lesiones es de esta musculatura. También se debe vigilar los pies ya que existen dos tipos diferentes de pies el pie Egipcio y el pie Griego, la diferencia esta en el segundo dedo, en el pie Egipcio sobresale más que los demás dedos, este aspecto es importante para controlar el tipo de calzado que va a necesitar.
Examen previo al ejercicio: se realizan exámenes de cómo se encuentra el deportista para adecuar una dieta adecuada, etc., para la optimización máxima de su cuerpo, se hace una revisión cardiopulmonar, capacidad pulmonar y una exploración músculo esquelético.
Elección del material deportivo adecuado: el más importante es el calzado, porque es la base de sustentación y donde más cargas se producen. En la carrera cuando el pie contacta con el suelo lo hace de una manera equivalente a 4 veces el peso del cuerpo. Y cada deporte conlleva un tipo de calzado diferente para reforzar ciertas partes o que otras sean más cómodas. La ropa a de ser cómoda y adecuada al deporte y obtener el mayor rendimiento posible de ella.
Vigilar la fase de calentamiento: en esta fase se moviliza al deportista tanto mentalmente como físicamente, este calentamiento se hace tanto en el entrenamiento como en la competición. El calentamiento actúa también psicológicamente aprovechando la atención y la tirantez de la musculatura relajando al deportista y también sirve para la prevención de las lesiones y mejorar la ejecución de los movimientos. También a su vez provoca un estado de alerta en el organismo. Lo ideal es iniciar el calentamiento 30 o 40 minutos antes de comenzar la competición y la intensidad de este calentamiento deberá disminuir hasta llegar a 10 o 15 minutos antes de que comience el deporte. Esta comprobado que el calentamiento dura unos 45 minutos.
¿Cómo se realiza este calentamiento? Al principio del calentamiento se realizan ejercicios de todo el cuerpo, por que de esta manera se pone en marcha todo el sistema cardiovascular. En la siguiente fase se realizan ejercicios de movilización para el aparato de sustentación músculos, huesos, etc., posteriormente se hacen ejercicios de estiramientos ya sean solo como haciendo estreching o con ayuda del físio, para terminar en la fase de ejercicios o entrenamiento propio del deporte. Se debe pensar que el deportista es en su conjunto una unidad, con ello implica una parte psicológica sobre todo cuando se ha producido una lesión. En una competición el deportista esta sometido a una gran presión mental, con lo cual implica un aumento de las frecuencias cardiacas y respiratoria, un aumento de la presión arterial, trastornos digestivos, etc. Se debe tener en cuenta el soporte psicológico que podemos ofrecer al deportista en caso de lesión.
Prevención de las lesiones: comienza ya dentro del vestuario y antes de que el deportista salga a entrenar, por ejemplo un deportista con laxitud en las manos se le realiza un taiping para evitar llegar a la máxima laxitud y provocar lesiones.
Durante el entrenamiento se debe estar pendiente de los posibles problemas que surjan, como un vendaje que no funcione, y después del entrenamiento es recuperar la musculatura cansada, deshacer algunos vendajes y hacer otros.
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